Nuestro proceso de producción es un arte que seguimos manteniendo hasta nuestros días. Fusionamos técnicas ancestrales con técnicas modernas. La tipología del suelo donde crecen los agaves hasta el tipo de destilación, determinan en buena parte su sabor y calidad.

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Cuidamos la tierra en donde crece el agave azul Tequilana Weber, para posteriormente jimarlo. El jimador elige la planta con el grado de madurez óptimo, el cual influirá en el cuerpo del tequila que se producirá a partir de su néctar.

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Pasamos al horneado de las piñas de agave. Cortamos las mismas en pedazos uniformes para propiciar una mejor cocción y mieles ricas en azúcares. Es justo en esta proceso que enriquecemos sabores y aromas con especias de nuestra receta secreta, la cual tomará forma una vez fermentado.

Posterior a la molienda, damos paso a la fermentación para transformar los jugos o mosto en alcohol etílico. Como lo habíamos comentado, en este proceso se afianzan las notas aromáticas y sabores. Nuestro proceso de fermentación los realizamos lentamente para dar un cuerpo robusto a los tequilas que producimos.

Destilamos nuestro tequila eliminando impurezas y compuestos que el mosto muerto dejó. Gracias a la destilación, concentramos y elevamos los grados de alcohol. El destilado lo llevamos a cabo en alambiques tradicionales hasta obtener la pureza que nuestros Tequilas, Sweet Poison, ofrecen.

Se dice que de la primera botella encontrada se extraen micropartículas de líquido, las cuales se añaden antes de ser envasado, propiciando que este mágico elixir siga vivo y presente hasta nuestros días. El sabor de Sweet Poison te transportará a vivir momentos únicos, repletos de recuerdos para toda la vida.