Cuenta la leyenda que hace 300 años habitantes de un poblado en Jalisco, encontraron una cueva repleta de artilugios de la región. Al apropiarse de ellos vieron un extraño frasco al interior de un cofre que contenía un líquido blanco y una especie de etiqueta con la insignia de una calavera, pensaron de inmediato que se trataba de una pócima o veneno. Sin embargo, al abrirlo despidió aromas para ellos nunca antes percibidos; aromas que los invitaron a probarlo. Cuál fue su sorpresa que este mágico elixir sería su talismán de éxito, fortuna y buena vida. Desde ese entonces el símbolo de la calavera se convirtió para ellos en dador de todo bien para siempre.

 

Se dice que este elixir lo guardaron como un tesoro que solo compartieron con familiares y amigos.

Al paso de los años supieron que se trataba de un destilado de Tequila Blanco que con el tiempo perfeccionaron aún más; dejando un legado que hasta el día de hoy se sigue conservando y que llamamos Sweet Poison, enalteciendo así, la pócima de delicado sabor.